jueves, 28 de noviembre de 2013

MONITORIZACION FETAL

La monitorización fetal es una prueba que se realiza para controlar el bienestar del feto en el útero y su estado de salud y el de la madre.
Esta prueba revela información importante sobre el feto y la madre:
  • Frecuencia cardíaca del feto
  • Presencia y duración de las contracciones uterinas
  • Repuesta del feto a las contracciones uterinas a través de su ritmo cardíaco
Esta prueba se recomienda de forma rutinaria a todas las mujeres que se encuentran en el último mes de embarazo.

¿CÓMO SE REALIZA?

Puede realizarse por dos vías diferentes:
  • Monitorización fetal externa: se realiza utilizando un cardiotocógrafo. Se colocan dos sensores transductores en el abdomen de la madre, estos estarán conectados a un ordenador que va reflejando en una gráfica los datos que le transmiten los sensores. Uno registra el latido cardíaco del feto y el otro las contracciones uterinas.


  • Monitorización fetal interna: se realiza colocando un electrodo en el cuero cabelludo del feto introduciéndolo a través del cuello del útero.

 Aunque la información obtenida por vía interna es más precisa, generalmente se realiza la monitorización fetal por vía externa, porque no es invasiva. Realizarla por vía interna conlleva riesgo de infecciones y de provocar hematomas al feto en el cuero cabelludo.

¿CUÁNDO?
Generalmente esta prueba se realiza durante el último mes de embarazo y una vez por semana. La duración de esta es de aproximadamente 30 minutos.
Si superamos la semana 40 de embarazo la monitorización se realizará cada 3 días.
Por último, si se trata de un embarazo de riesgo, el ginecólogo determinará si es necesario realizar monitorizaciones desde antes del último mes.
Además durante el parto también se monitoriza al feto para controlar cómo va tolerando las contracciones y el trabajo de parto.

INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS
Esta prueba permite detectar o descartar la existencia de sufrimiento fetal u otras alteraciones, como:
  • Reducción del flujo sanguíneo del feto
  • Mala posición fetal
  • Posible falta de oxígeno del feto
  • Desprendimiento prematuro de la placenta
El corazón del feto late a un promedio entre 120 y 160 pulsaciones por minuto, por lo que si durante la monitorización obtenemos valores por debajo de 120 o por encima de 160 pulsaciones por minuto esto significa que el bebé podría estar presentando alguna de las complicaciones nombradas anteriormente. Si esto es así, se deben realizar otras pruebas como la medición de los niveles de pH en la sangre del feto, etc.

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