Sólo se realiza en las futuras madres en las que existe algún problema genético concreto en la historia familiar o un factor de riesgo determinado.
¿QUÉ DETECTA?
Generalmente la biopsia de corión se utiliza para identificar ciertos trastornos como el síndrome de Down o para descartar otros problemas como la enfermedad de Tay-Sachs, la fibrosis quística o la anemia de las células falciformes, si hay razones para pensar que el bebé corre el riesgo de padecerlos.
Pero no puede detectar defectos en el tubo neural, como por ejemplo la espina bífida.
Generalmente se realiza entre las semanas 11 y 12 de embarazo, aunque algunos especialistas la realizan en la semana 13.
Este estudio es un procedimiento de diagnóstico invasivo que consiste en la obtención de vellosidades coriales de la placenta.
El ginecólogo hará una ecografía para determinar la posición de la placenta y dependiendo del lugar por donde esté unida al útero decide si realizará una biopsia de corión transcervical o transabdominal.
Si se hace una biopsia transcervical el procedimiento es el siguiente: se limpia la vulva, la vagina y el cuello del útero con un antiséptico. Se introduce un espéculo vaginal y se localiza el cervix. Se introduce una pinza semirrígida a través del cuello uterino, se accede al corion frondoso (placenta) y de ahí se extrae una muestra de las vellosidades coriales. Todo esto se realiza con control continuo mediante un ecógrafo.
Una vez terminada la prueba, el ginecólogo debe controlar el ritmo cardíaco del bebé con un monitor fetal externo o con una ecografía.
Las complicaciones más frecuentes de la biopsia corial son el sangrado vaginal, si se realiza por vía transcervical, y el dolor abdominal en la zona de la punción, en el caso de haberse realizado por vía transabdominal.
Existe un pequeño riesgo, aproximadamente del 1%, de rotura prematura de membranas y de infección del líquido amniótico y de las membranas.
El riesgo de aborto ha ido disminuyendo con la experiencia de los equipos, siendo en la actualidad alrededor del 1%. Además cabe destacar que el riesgo de aborto es más alto si se realiza en el primer trimestre que en el segundo.
También hay estudios que indican que una biopsia de corión realizada antes de la semana 11 del embarazo puede conllevar defectos en las extremidades del bebé, como falta de dedos en los pies o las manos.
FUENTES:
http://www.elpartoesnuestro.es/informacion/embarazo/amniocentesis-y-biopsia-corial
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