viernes, 15 de noviembre de 2013

DEPRESIÓN POSTPARTO

Es normal que después de dar a luz tus emociones sean más intensas –las buenas y las malas– y te sientas decaída o cansada. Sin embargo, si los síntomas duran más de dos semanas y sientes que el peso es demasiado para tus hombros, puedes estar sufriendo depresión postparto.

¿Qué es la depresión postparto?

Se trata de depresión moderada o severa que se presenta luego de dar a luz. Por lo general empieza cerca de los tres meses post parto, pero puede darse inmediatamente o hasta un año después, y prolongarse por varios meses.
La depresión postparto afecta entre 10% y 15% de las mujeres en la etapa del puerperio (desde el parto hasta que vuelvas a tu estado normal antes de quedar embarazada, entre 45 y 60 días después del parto). Puede ser causada por factores hormonales, sociales o psicológicos.

¿Lo que siento es normal o es depresión postparto?

Después de dar a luz, tienes una etapa de sentimientos extremos e inquietudes. Se le suele llamar tristezas de la maternidad o baby blues (en inglés) y se debe a los cambios hormonales, el reajuste a tu nueva vida y la emotividad de tener a tu bebé. Este tipo de trastorno es bastante común (afecta a 80% de las nuevas madres) y no es de mayor gravedad (desaparece en cuestión de unas semanas sin necesidad de tratamiento).
Con moderación, los siguientes síntomas son normales después de dar a luz:
  • Llanto.
  • Ansiedad.
  • Frustración.
  • Irritabilidad.
  • Cansancio.
  • Dificultad para dormir.
  • Dudas sobre tu capacidad para ser madre.
  • Un sentimiento de que la maternidad es una responsabilidad demasiado grande.
Estos síntomas por lo general desaparecen –al menos se reducen un poco o son superados por todos los sentimientos positivos de la maternidad– en cuestión de un par de semanas. Cuando estos síntomas son severos y se extienden por más de un mes, podría tratarse de una depresión postparto.

Síntomas de la depresión postparto

Los síntomas de la depresión postparto son similares a los de una depresión en cualquier otro momento de tu vida, agravados por los cambios en tu cuerpo y tu nueva responsabilidad como madre:

  • Cambios en el apetito (exceso o falta de apetito).
  • Deseos de aislarte o la sensación de soledad extrema.
  • Desinterés en cuidarte a ti misma.
  • Falta de interés en tus actividades.
  • Irritabilidad.
  • Falta de energía.
  • Pensamientos relacionados con muerte, suicidio o hacerte daño.
  • Dificultad para dormir o sueño excesivo.
  • Dificultad para concentrarte.
  • Problemas de memoria severos.
  • Dolores de cabeza u otras parte del cuerpo que no desaparecen.
  • Sentimientos de culpa.
  • Baja autoestima.
  • No disfrutas actividades que antes te daban placer.
  • Falta de motivación.
  • Dificultad para llevar a cabo tus tareas diarias.
Otros síntomas se relacionan con tu actitud o tus sentimientos hacia el bebé:
  • Tienes dificultad para establecer el apego con tu bebé o te cuesta relacionarte con él.
  • No quieres estar a solas con el bebé porque no te sientes capaz de cuidarlo.
  • Tienes resentimientos hacia el bebé, lo culpas por tu situación o piensas en lastimarlo.
  • Te preocupas demasiado por el bebé, hasta el punto que su sola presencia te causa estrés.
  • Te arrepientes de tu embarazo y el nacimiento del bebé.
Estos todos suenan como pensamientos muy extremos, pero son comunes y no pasan de ser pensamientos –por lo general no se concretan–, pero sí pueden evolucionar o ser más bien una complicación de la depresión postparto.

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